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jueves, 4 de abril de 2013

MILODON

La etimología proviene del griego, vendría a ser algo así como dientes que muelen o molinos. odon es diente en griego y mil viene de mill, molino en inglés.
  El Milodón,  era un  mamífero prehistórico de carácter herbívoro que vivió a hasta finales del pleistoceno, es decir hasta el Mioceno o cuaternario.
 Este animal era del porte de un gran oso con la cabeza de camello. Pertenece al género de los gravígrados, tenía aproximadamente casi tres metros de largo, entre 70 y 80 centímetros de ancho y un metro y medio de alzada y casi llegaba hasta pesar una tonelada, más o menos, con garras largas y filosas. Era un animal robusto, cubierto de pelos largos de hasta 20 centímetros de largo, y con un cuero muy grueso que incluía huesecillos debajo de la piel, que actúaban como una armadura de protección flexible contra los depredadores, o sea que tenían como una especie de caparazón que les servia como una verdadera coraza.
 Era de la misma familia que el armadillo, el oso hormiguero y el perezoso actuales y, su  tamaño era dos veces el de un hombre. 
 Vivían en toda Sudamérica y especialmente en la Patagonia y  comían pastos largos y vegetación de todas clases. Esto se sabe ya que se han encontrado restos de muchos de sus coprolitos.
  Estos animales de gran tamaño o dimensiones considerables convivían con los indígenas y algunos científicos creen que fueron los humanos los causantes de la desaparición de todos ellos y por tanto de la megafauna existente en el continente Sudamericano.
    Estos perezosos gigantes tenían una piel extremadamente dura y que las flechas que lanzaban con sus arcos rebotaban en su piel sin hacerles ningún daño, lo que coincide con el tipo de piel de esta especie (con diminutos huesos y pelaje muy tupido, tal como se mencionó anteriormente); por lo que se supuso que los animales a los que hacían referencia los aborígenes eran los milodones.
    No se han encontrado restos de  perezosos gigantes posteriores a  8.500 a.C. y los que se han encontrado se han hallado en la Patagonia, y como la vegetación actual es idéntica a la vegetación que comían hace más de doce mil años, el cambio climático se puede descartar como causa de su extinción. Por eso, la visión contemporánea es que la actividad humana (es decir, la caza) fue la causa de su fallecimiento.


    Las causas de su extinción, hace 10 o 13 mil años, no están del todo claras:     pudo ser  cazado por los primeros hombres que habitaron el extremo sur del continente, o porque los afectó un cambio climático muy importante, pues subió la temperatura y cambió en extremo  la vegetación. Un tercer factor que pudo influir en la desaparición de esta especie,  es la actividad volcánica,  o bien  a todos estos factores en su conjunto.

miércoles, 3 de abril de 2013

MAMUT

Un extenso estudio genético sobre el extinto mamut lanudo, una especie de elefante que se adaptó para vivir en ambientes fríos del hemisferio norte, ha revelado que la especie no era un gran grupo homogéneo, como los científicos habían asumido previamente, y que además no tenía mucha diversidad genética. La población estaba dividida en dos grupos, y uno de ellos se extinguió hace 45.000 años, mucho antes de que los primeros humanos empezaran a aparecer en la región.
Este descubrimiento es particularmente interesante porque elimina la caza humana como un factor que contribuyó a esa extinción, dejando el cambio climático y las enfermedades como las causas más probables.

La investigación marca la primera vez que los científicos han analizado con un nivel de detalle tan alto la estructura de una población completa de mamíferos extintos, utilizando el genoma mitocondrial entero, es decir, todo el ADN que constituye los genes presentes en las estructuras de las mitocondrias dentro de las células.

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PALEOLAMA

 En el pleistoceno, debido a los grandes cambios climáticos, se producen migraciones de animales, extinguiéndose los camélidos de America. Así en América del sur desparecen los géneros hemiauchemía y paleolama.

Antecesor de los camélidos americanos. De mayor tamaño que la llama, la alpaca, el guanaco y la vicuña.
Historia y evolución de los camélidos.
Los camélidos sudamericanos están emparentados con los camellos que habitan en África y Asia. La diferencia morfológica fundamental, es que éstos tienen joroba y son de mayor tamaño. La diferenciación y especiación ha sido el producto de un proceso evolutivo de millones de años.

Los camellos actuales son el resultado de un largo y complejo proceso evolutivo que tuvo su origen en América del Norte en el Eoceno Tardío hace unos 40 millones de años. En esa época aparecieron unos pequeños mamíferos a los que se les llamó Protylopus petersoni, parecidos a pequeños guanacos de sólo 30 centímetros de altura. A partir de este grupo, se originaron distintas especies que, en su evolución a lo largo de millones de años, fueron adaptándose a diferentes condiciones ambientales y aumentando gradualmente de tamaño.
Los hallazgos de restos fósiles muestran que hace aproximadamente 20 millones de años, los camélidos dominaban las zonas planas de América del Norte. Un estudio detallado de estos restos permitió clasificarlos en cuatro grupos con características propias (Titanotylopus, Paracamelus, Megatylopus y Hemiauchenia).
De estos cuatro grupos de camélidos, los dos más importantes son los Paracamelus y los Hemiauchenia porque dieron origen a todas las especies actuales.
Los Paracamelus tenían algunas especies gigantes como la de los géneros Gigantocamelus y Alticamelus Paracamelus migraron hace aproximadamente 3 millones de años (comienzo del Pleistoceno) a través del Estrecho de Bering, desde América del Norte a Eurasia, y se extendieron por toda Europa, el norte de África y China. Es a partir de estos antecesores, que evolucionan los camellos jorobados: el camello y el dromedario actual, que pertenecen al género Camelus. que podían superar los cuatro metros de altura (más grandes que los actuales elefantes). Algunos
Por otro lado, los Hemiauchenios migraron hacia el sur, también hace aproximadamente 3 millones de años, pasando por el Istmo de Panamá, invadiendo las planicies y pampas de Sudamérica. Allí se diversificaron dando lugar también a la Paleollama, Lama y Vicugna.
Dejamos los millones de años y entramos a los miles de años. Es el momento de las extinciones. Hace unos 10 a 12 mil años atrás, en la época helada del Pleistoceno, se extinguieron todos los camélidos que había en América del Norte. En América del Sur desaparecen los Hemiauchenia y los Paleolama, y quedan solamente los guanacos del género Lama y la Vicuña del género Vicugna.

martes, 2 de abril de 2013

EL CABALLO AMERICANO

Existió en América del Sur un antecesor del caballo actual, aunque de porte similar al de la cebra africana, cuyo primer fósil fue descubierto por Charles Darwin.
El Grupo Paleo dedicado a la paleontología del Cenozoico tardío en la región pampeana argentina, publica un muy interesante estudio sobre los antecedentes del caballo en América del Sur. El documento menciona que el Hippidion Principale era un mamífero autóctono que habría llegado a Sudamérica a principios del Pleistoceno.
Hippidion (que significa 'caballito') es un género extinto de caballo endémico de América del Sur. Habitó durante el Plioceno tardío hasta el Pleistoceno, hace entre 2 millones de años y 8000 años. Todas las distintas especies del género Hippidion, tenían el tamaño aproximado de un pony actual.
Numerosos restos de estos équidos antiguos se han encontrado en diversas localizaciones como en la provincia de Santa Cruz (Argentina) y en la Cueva del Milodón (Chile).
Hippidion es considerado un descendiente de Pliohippus, caballo que emigró a Sudamérica alrededor de hace 2,5 millones de años. Los análisis de ADN lo muestran como un antepasado de la línea evolutiva del caballo actual, teniendo un parecido con los asnos. La evidencia de la delicada estructura de los huesos nasales del género, sugiere que los Hippidion evolucionaron aislados de otras especies de caballo de América del Norte.
Hippidion saldiasi y otros caballos sudamericanos se extinguieron hace unos 8000 años.
Aquel primitivo caballo se habría extinguido antes de la llegada del caballo europeo con la conquista de América. De acuerdo al excelente trabajo del Grupo Paleo, publicado por Miramar prehistórica, aquél antepasado tendría cierta similitud con la cebra africana, siendo algo más bajo que aquélla y de apariencia rechoncha con extremidades relativamente cortas. Su peso pudo haber sido de alrededor de 400 a 600 kilos.
El primer registro obtenido y verificado de un caballo fósil sudamericano fue un molar superior descubierto por Charles Darwin, al que luego se le dió la identidad científica de Equus corvidens, cerca de Bahía Blanca, en la Provincia de Buenos Aires, Argentina. Otros fósiles algo más modernos con una antigüedad estimada de 8.500 años han sido hallados en Arroyo Seco, también Provincia de Buenos Aires.

Hippidion es un género de equinos primitivos, endémico de América del Sur, encontrado desde el Plioceno tardío en sedimentos de la edad mamífero Uquiense, en la localidad de Uquía, Jujuy, Argentina.
Desciende de equinos que formaron parte del grupo de mamíferos invasores que ingresaron a la América del Sur sobre el final del Terciario, como consecuencia del levantamiento del istmo de Panamá, que generó la conexión entre ambas Américas a través de este "puente panameño", acontecimiento ocurrido aproximadamente unos 3 millones de años antesdel presente, y que unió definitivamente las faunas de América del Norte con las del Sur.
Se distingue por la retracción de la hendidura nasal hasta el nivel de M2 o posterior a M3.
Como resultado de esta retracción, el nasal se estrecha y se alarga formando una especie de estilete.
Esto afecta la conformación del cráneo donde, debido a la retracción de la hendidura nasal, los huesos nasales se proyectan libremente formando una visera o saliente pronunciada.

Por otra parte, es notable la conformación de las extremidades, proporcionalmente cortas y anchas, que le confieren al animal un aspecto macizo y robusto que el caballo doméstico.
Con un peso cercano a los 400 kilos.
Un gran número de sus restos se hallaron en sitios arqueológicos, y se corroboró su utilización como fuente de alimento, aunque este caballo primitivo no llegó a ser domesticado por los aborígenes.
Estos paleoindios convivieron con los équidos durante 4.000 años, cazándolos tan intensamente que las especies no soportaron semejante presión de captura y terminaron por extinguirse.

En la Argentina fueron abundantes, especialmente en las pampas, pero cubrieron casi todo el país y sus vecinos, habitando incluso en el altiplano andino o puneño, siendo encontrado en ambientes por sobre los 4.000 metros, por ejemplo en el Salar del Surire, en el sector altiplánico chileno.
El género †Hippidion está compuesto por tres especies:

Hippidion saldiasi Roth, 1899 (= Onohippidium saldiasi)
Es la especie más pequeña y robusta del género.
Estaba adaptada a condiciones ambientales extremas, vivió en épocas recientes (13.000 a 8.000 años antes del presente) en la Región Patagónica argentina, y sectores limítrofes del sur de Chile; y tal vez, también en la Puna jujeña.

Hippidion principale (Lund,1845)

Esta es la especie que caracteriza al género, descripta en base a restos encontrados el la localidad brasileña de Lagoa Santa.
Es la especie más grande del género.
Fue encontrado también en Tarija Bolivia (los mayores de la especie); en Buenos Aires Argentina; Chacabuco Chile; y en el departamento Artigas del Uruguay (los menores de la especie).
Entre las especies que han entrado en su sinonimia se encuentran: Hippidion chilensis, Hippidion bonaerense, y Onohippidium munizi.

Hippidion devillei (Gervais, 1855)

Es una especie de tamaño intermedio entre las otras dos.
Se distingue por la retracción de la escotadura nasal a nivel del mesostilo del M2.
El perfil es convexo, sin inflexión naso-frontal.
Fue encontrada primeramente en Tarija Bolivia; en la quebrada de Humahuaca Jujuy, y en Buenos Aires Argentina, con ejemplares algo distintos, y un poco mayores.
También se encontró en la localidad de Tirapata, en el Perú.
Entre las especies que han entrado en su sinonimia se encuentran: Hippidion bolivianum, Hypohippidion humahuaquense, Onohippidium devillei, y Onohippidium peruanum.

La provincia de Buenos Aires fue el hábitat de, por lo menos dos especies:
Hippidion principale ; vivia en el Lujanense (Pleistoceno tardío al Holoceno temprano), encontrado en: Lobería, Mercedes, Arroyo Seco, etc.
Hippidion devillei ; era un equino abundante en el Ensenadense (Pleistoceno temprano), encontrado en: Olivos, Puerto de La Plata, etc.

MASTODONTE

“En período Terciario tardío el Palaomastodon dio lugar a los mastodontes, entre los cuales se han encontrado fósiles de Platybelodon de Asia y al muy similar Amdelodon de América del Norte. Estos dos mastodontes tenían los dos dientes de la mandíbula inferior en forma de pala. Ninguna de estas dos especies logró sobrevivir. Platybelodon existió durante la época del Mioceno y el Amdelodon del Plioceno.


“Otro mastodonte que demostró tener forma más eficiente y que también surgió en el Terciario tardío fue el Gomphotherium. La distribución de este mamífero llegó a comprender el norte de África, Europa, Asia y América del Norte. Tenía dos colmillos en la mandíbula superior y dos en la inferior. Se estima que ya tenía una trompa que aunque no era muy larga sí era bien definida. Era como del tamaño del Elefante Asiático. Aunque desapareció en el Pleistoceno se estima que dio lugar a las familias Mammutidae y Elephantidae.”
La familia está lejanamente emparentada con la de los elefántidos, donde se clasifican los elefantes actuales. Apareció en Eurasia, en el Oligoceno, hace unos 20 millones de años, y desde allí se extendió tanto a África, como a América, donde la familia persistió hasta el Pleistoceno e incluso el Holoceno (época actual). Se admite como probable que la extinción, hace sólo 10.000 a 8.000 años, de la última especie, Mammut americanum, cuyos fósiles han sido encontrados tanto en Norteamérica, como en Sudamérica, fuera acelerada por la caza practicada por los primeros pobladores humanos de América. Se ha descubierto recientemente que la tuberculosis desempeñó algún papel en el final de la especie.
Cuando se habla de mastodontes muchas personas evocan erróneamente los legendarios mamuts, sin embargo se trata de animales muy diferentes.
Los mamútidos (Mammutidae, antiguamente llamada Mastodontidae) son una familia extinta de mamíferos proscídeos conocidos vulgarmente como mastodontes. No deben confundirse con los mamuts, que pertenecen al género Mammuthus de la familia Elephantidae.
Varios millones de años antes de que los mamuts -que son elefantes- aparecieran en la tierra, sus parientes los mastodontes ya se habían asentado en ella. Físicamente son distintos: los mastodontes son más pequeños, con colmillos más reducidos y menos curvados, y su cuerpo es menos jorobado.
También son diferentes sus cráneos y sus molares, ya que no compartían la misma dieta: mientras los mamuts eran pastadores y se habían especializado en gramíneas, los mastodontes eran ramoneadores y se alimentaban de hojas, ramas de árboles, frutos e hierba.
Los mastodontes aparecían recubiertos de pelo grueso, como los mamuts (género Mammuthus) que poseian un pelaje externo de 90 cm de largo conotro interno más suave que conservaba el calor. Se ha encontrado en Grecia un esqueleto de Mammut borcinus, con colmillos de 4,39 m de longitud, corresponde a un mastodonte de 3,5 m de altura y un peso de unas 6 toneladas. Los mastodontes americanos eran animales de alzada algo menor que los mamuts o incluso que los elefantes actuales, pero de peso semejante al de éstos, por su construcción muy masiva, con gruesas patas columnares. Estaban dotados de defensas grandes en la mandíbula superior y a veces, en el caso de los machos, otras más pequeñas en la inferior. Probablemente las usaban para levantar las matas y las hierbas de las que parece que se alimentaban.
La familia está próximamente emparentada a la de los elefántidos, donde se clasifican los elefantes actuales. Apareció en Eurasia, en el Oligoceno, hace unos 20 millones de años, y desde allí se extendió tanto a África, como a las Américas, donde la familia persistió hasta el Pleistoceno e incluso el Holoceno (época actual). Se admite como probable que la extinción, hace sólo 10.000 a 8.000 años, de la última especie, Mammut americanum, cuyos fósiles han sido encontrados tanto en Norteamérica, como en Suramérica, fuera acelerada por la caza practicada por los primeros pobladores humanos de América. Se ha descubierto recientemente que la tuberculosis desempeñó algún papel en el final de la especie.
Los proboscídeos gozaron de un gran apogeo en la era Terciaria, especialmente durante el Mioceno, cuando estaban presentes en todo el planeta con la excepción de Australia y la Antártida.

TOXODON

Toxodon era un gran mamífero herbívoro que era similar en proporción a un rinoceronte o un hipopótamo.   
  Era uno de los mamíferos ungulados extinguido de los fines del Plioceno y Pleistoceno que vivía en América del Sur.

Toxodon es un género de mamíferos, ahora extinta, que vivía en las épocas finales del Plioceno y Pleistoceno de América del Sur. Fósiles Toxodon fueron estudiados por Charles Darwin en su viaje en el Beagle ....
    El conocimiento de su existencia se remonta al siglo XIX cuando Charles Darwin encontró un fósil de Taxodón en un terreno de Uruguay.
    Desde que Darwin descubrió que los fósiles de mamíferos similares de América del Sur fueron diferentes a los de Europa, invocó muchos debates acerca de la evolución y natural selección de los animales.
TOXODONTIA, un suborden de mamíferos ungulados extintos Sur América Terciario tipificado por el Toxodon género, llamado así a partir de la curvatura del arco-como de los dientes molares.
Todos ellos muestran signos de parentesco lejano a la Perissodactyla, en lo que respecta tanto a la extremidad estructura y la dentición, mientras que una cierta semejanza exposición a los roedores y Hyraxesresemblances que, sin embargo, son probablemente ser atribuido al paralelismo en desarrollo.
Bajo la orden sub-Toxodontia se pueden incluir no sólo la Toxodon típico, pero la Typotherium más aberrante del Pleistoceno de Buenos Aires y el más pequeño y Pachymcus Hegeto-therium de las camas patagónica de Santa Cruz.

   Una de las principales y posibles causas de su desaparición fue  que los humanos prehistóricos lo cazaban en grandes y numerosas cantidades.
 Su esqueleto muestra parecido con la familia de los bóvidos y una grupa similar a la del bisonte, como su pariente Nesodon, al que supera en tamaño. Alcanzaban el tamaño de un hipopótamo o un paquidermo y probablemente compartían sus hábitos.
   El cuerpo era pesado, con forma de barril, apoyado sobre patas cortas y robustas. Las patas plantígradas, con tres dedos ungulados, eran no obstante, bastante pequeñas. Como las traseras eran más largas que las delanteras, el cuerpo se inclinaba hacia adelante, a la altura de los hombros.

 El Toxodon ha sido concebido tanto como un herbívoro, como un animal que se alimenta de pastos, y como un navegador, un animal que se alimenta de las hojas de arbustos y árboles bajos de crecimiento.
 Los restos de Toxodon siempre se han encontrado en los ecosistemas áridos, algo de esperarse ya que la mayor parte de América del Sur estaba cubierta por estepas y llanuras cubiertas de hierba durante el Pleistoceno.
   Vivían en zonas de ríos, lagunas y pantanos, se cree que tenían hábitos acuáticos similares a los de los hipopótamos, pensándose en un principio que era un animal de clase anfibia.
    Además, un animal que ha realizado bajo su cabeza sobre su cuerpo no sería capaz de sumergirse completamente en sí de lo contrario no sería capaz de conseguir su cabeza fuera del agua para respirar, lo que significa que el Toxodon no podría haber tratado de utilizar agua para soportar su peso por el riesgo de ahogarse.
    Se trataba de un animal de presa para los primeros cazadores humanos, y en la teoría del exceso de población el Toxodon ha sido utilizado en varias ocasiones para explicar la desaparición de gran parte de los animales de la megafauna al final del Pleistoceno. También era una de las presas preferidas  de los pájaros del terror, como el Kelenken o el Phororhacos y de los smilodones.
 Mientras que la caza habría sido sin duda un factor que contribuye a su extinción, hay otras teorías, como el cambio climático en curso, enfermedades y cometas hasta que estallan en el aire sobre el planeta que se han propuesto para explicar la desaparición de la megafauna.
   Había varias especies de  Toxodón que vivían en grandes rebaños de hasta 200 individuos, en los que los machos posiblemente no peleaban por las hembras, y si lo hacían, seguramente lo harían sin peleas de verdad.
  Aparentemente las adaptaciones del cráneo y la dentadura de los toxodontes surgieron como respuesta al consumo de pasto, pero después le permitieron adaptarse a una dieta vegetariana más generalista; es decir, podían consumir una gran variedad de alimentos.
 




lunes, 1 de abril de 2013

EXTINCION DE LA FAUNA

El estudio de las extinciones masivas ha tenido un extraordinario auge. Aquí se verá lo relacionado a la extinción de esta fauna.
Siempre se afirmó que hubo una extinción diferencial, en la cual los mamíferos de estirpe norteamericana sustituyeron a aquellos cuyo grupo se originó por acá después del intercambio faunístico. Sin embargo, si tomamos los 122 géneros citados para el Pleistoceno tardío (conocido como Lujanense) de toda América del Sur, se ve que en realidad el origen geográfico del grupo no tiene mucho que ver, y sí su tamaño: como en otros casos, los animales grandes son más propensos a la extinción que los chicos.
La extinción de la edad glaciar se caracteriza por la extinción de muchos grandes animales que pesaban más de 40 kg. En América del Norte, 33 géneros de grandes mamíferos de 45 (aproximadamente) se extinguieron; en América del Sur 46 de 58; en Australia 15 de 16; en Europa 7 de los 23, y en África subsahariana sólo 2 de 44. La extinción en América del Sur refleja el impacto del gran Intercambio Americano de poblaciones animales. Sólo en América del Sur y Australia tuvo lugar la extinción a nivel taxonómico de familias o superior.
Cuatro hipótesis principales relativas a esta extinción:
  • Los animales murieron a causa de cambio climático: la disminución de la capa de hielo glaciar.
  • Los animales fueron exterminados por los humanos: "la hipótesis del exterminio prehistórico" (Martin, 1967).
  • Una teoría alternativa de la responsabilidad humana es la teoría del hipotético meteorito Tolimán, una controvertida teoría que dice que el Holoceno comenzó con un extinción masiva causada por impactos de meteoritos.
  • La aparición de enfermedades.
La hipótesis del exterminio por los seres humanos prehistóricos no es de aplicación universal y está imperfectamente confirmada. Por ejemplo, hay ambigüedades con respecto al "momento" de la repentina extinción de la megafauna australiana de marsupiales, con la llegada de los seres humanos a Australia. Sin embargo uno de sus fuertes es que extinciones comparables no se produjeron en África, ya que allí, la fauna había evolucionado con los homínidos, pudiéndose adaptar al peligro que estos suponen. Las extinciones post glaciares de la megafauna en África son prácticamente nulas.

Esta gran fauna vivió aquí antes de la colonización humana, y llegó a coexistir con los humanos, al punto tal que se menciona su influencia como causa de extinción. De hecho, el único factor diferente entre el tiempo de la extinción y cualquier otro del Pleistoceno es, precisamente, la presencia humana. El clima varió, pero no más que a lo largo del Pleistoceno, por lo que se puede saber estudiando la dispersión de ciertas plantas, a través de su polen. En Chile y en el norte de Sudamérica, hay estudios bien documentados de la caza de mastodontes y su posterior consumo por un grupo de humanos, y en América del Norte un autor propuso el término blitzkrieg (guerra relámpago, terminología bélica de la II Guerra Mundial), para denominar la sobrecaza y consecuente extinción masiva.
Esta interpretación es polémica, pero tiene la ventaja de explicar bien la mayor extinción de los animales de gran tamaño, y de ser coherente con el impacto humano en los respectivos continentes a medida que nuestra especie los iba poblando, aunque no se puede descartar que el hombre no haya sido más que el golpe de gracia para una fauna que venía en falsa escuadra. Por citar otra hipótesis, la presencia de enfermedades traídas por los contingentes de origen norteamericano y quizá también por los humanos, pudo haber sido una causa de gran importancia.

MEGAFAUNA

Varios investigadores establecen que durante la primera mitad del período lítico la supervivencia de los grupos se basaba en la caza de grandes herbívoros como mastodonte (Cuvieronius hyodon y Haplomastodon) y caballo americano (Equus Amerhippus spp), y a más baja escala especies menores como venados (Odocoileus virgianus), roedores como ratón, curí (Cavia porcellus), conejo y armadillos, zorros y perros de monte.
Cuando llegó al último periodo del Pleistoceno, que duró hasta hace unos 10.000 años, y el principio del Holoceno, que dura hasta nuestros días, comprobaron que en ese breve periodo de tiempo (brevísimo al menos en términos geológicos) habían desaparecido nada menos que setenta géneros de animales, todos ellos de grandes mamíferos terrestres, que comprendían cientos de especies. Los ratones, ratas, musarañas y otras criaturas pequeñas habían salido indemnes, lo mismo que los mamíferos marinos. Sin embargo, la megafauna terrestre había sufrido un golpe mortal.
Se podría hablar del Paleolítico Inferior, Medio o Superior... o bien, del Paleoindio Inferior, Medio o Superior... Muchos investigadores proponen otras terminologías, de las que tal vez la menos polémica y más didáctica sea la que denomina a éste largo periodo "Orígenes Culturales", subdividiéndolo en tres grandes etapas: "Cultura de nódulos y lascas", "Cazadores de la megafauna" y "Cazadores-recolectores".
  Lo que sí parece claro es que desde el norte (...estrecho de Bering) hacia el sur disminuye la antigüedad de los hallazgos arqueológicos.
   Durante la última glaciación, la de Wisconsin, del 40.000 al 10.000 a.c al final de la época del Pleistoceno, tierras entre Siberia y Alaska, en el presente estrecho de Bering, quedaron expuestas y al menos regiones en ellas no cubiertas por el hielo de la glaciación. Estas tierras eran una extensión de miles de millas de norte a sur de tundra cubierta de vegetación a la que se le ha llamado Beringia. En Beringia habitaron animales mamíferos, algunos de gran tamaño, procedentes de otras partes en Asia, y cerca de estos grandes mamíferos estaban sus depredadores, incluyendo al ser humano. Eventualmente, talvez más que en una migración intencional en un proceso de dispersión de varias generaciones, llegaron los grandes mamíferos, sus depredadores y las personas a Alaska.
  Dado el clima riguroso en el momento, es razonable suponer que la ropa de piel de chaqueta era esencial para la supervivencia, así como una amplia gama de otras adaptaciones culturales clima frío. Además, se deduce que se trataba de uno de esos pequeños grupos de cazadores altamente móviles grandes que gradualmente se extendió fuera de Asia en Beringia y, finalmente, fue pionero en el asentamiento humano del hemisferio occidental.
 En Luisiana algunos animales conocidos como los conejos y ciervos viven en el área, pero muchos otros animales que se han extinguido en América del Norte también eran comunes entonces. Entre ellos estaba el camello, el armadillo gigante, el oso de cara corta, el bisonte de cuernos largos, el mastodonte, el tapir, el perezoso, el tigre dientes de sable, mamuts, terrible lobo y el caballo (el caballo fue reintroducido posteriormente por los españoles).
Para perforar la piel de uno de los animales grandes, como un mastodonte o mamut, los cazadores tenían que estar cerca de la poderosa bestia. Lanzaban o clavaban sus lanzas en el animal y tratando de confundir e inmovilizar a sus presas. Tal vez varios cazadores rodeaban a un animal aislado, agitaban sus brazos, y le distraen mientras uno o dos más que atravesaba. Si el animal fue herido, los cazadores lo hubieran seguido hasta que llegó a ser muy débil o se fue al agua para beber. Incluso un mastodonte, herido y agotado, o sumidos en el barro de un lago poco profundo, habría sido juego relativamente fácil para un pequeño grupo de cazadores experimentados.
El hecho de que algunos de los primeros sitios Clovis contenía huesos de mamut desató una idea popular de que estos cazadores vivían principalmente en la carne de mamut. Un examen más detallado hace que este no parece probable. El factor principal sería el enorme tamaño del mamut de Columbia, que era considerablemente más grande que los mamuts lanudos hallados en Siberia.
    En varios sitios en el Condado de Cochise, Arizona, los distintivos puntas Clovis lanza se han encontrado en asociación con huesos de bisontes, camellos, tapires, osos y caballos, además de mamut.
   En el área de Pedra Furada  en Brasil vivían hasta hace 12 milenios varios animales pertenecientes a la llamada “megafauna”.
   Entre estos animales estaba el toxodón (un hipopótamo enorme), el eremotherium (un perezoso gigante), el gliptodonte (un pariente del armadillo que pesaba 1,4 toneladas), el tigre dientes de sable, el león americano, la macrauchenia (un gran camélido con trompa), un antepasado del caballo (Hippidion bonaerensis), el mastodonte y una especie de llama más grande que la actual (Palaeolama major).
   Todos estos animales se extinguieron, por motivos aún desconocidos, hace unos 12 milenios.
   Algunos estudiosos han pensado que se extinguieron después de la glaciación y del consiguiente cambio climático global, pero otros investigadores creen que su desaparición fue causada por el hombre.
Cuando el paleo-hombre fue al sur-este a través de Canadá, los dinosaurios  ya hacía 65 millones de años que se habían extinguido, pero los animales grandes como los mastodontes, mamuts y osos perezosos gigantes todavía vagaban libres.
Después del fin de la glaciación las comunidades faunísticas anteriormente unidas de Eurasia y Norteamérica quedaron separadas por el recién surgido Estrecho de Bering; mientras que las comunidades norteamericanas desaparecieron, las euroasiáticas lograron mantenerse. Animales como los cuones, saigas y leones, estuvieron presentes en Norteamérica, pero desaparecieron al final del Pleistoceno. Otros animales como los équidos, camélidos y tapires, son oriundos del Norteamérica pero desaparecieron de ésta en el mismo periodo, sobreviviendo en Eurasia los tres grupos, y en Sudamérica los dos últimos.