viernes, 29 de marzo de 2013

EL PALEOINDIO EN BRASIL

EL PALEOINDIO EN BRASIL

La teoría científica aceptada inicialmente para explicar la llegada del hombre a América se basa en la idea de que grupos de Homo Sapiens entraron al Nuevo Mundo atravesando las tierras de Beringia, en un período comprendido entre hace 14 y 10 mil años.
Lo que hoy es el estrecho de Bering, entre Asia y Norteamérica, fue en un tiempo una llanura nevada, justamente porque el nivel de los mares era más bajo del actual, debido a la glaciación en curso.
Aquellos grupos de Sapiens, quizás persiguiendo manadas de animales o buscando nuevas tierras, atravesaron Beringia y entraron, de este modo, al Nuevo Mundo. Algunos de ellos pasaron por el llamado “corredor libre de hielo”, otros marcharon a lo largo de la costa de Norteamérica o navegaron en el litoral con embarcaciones rudimentales.
Esta teoría ha estado apoyada en el estudio de 1932 del lugar arqueológico de Clovis, en Nuevo México, cuyos restos humanos tienen 13.500 años de antigüedad. Los estudios genéticos de las poblaciones nativas americanas confirmaron el origen asiático de la mayoría de los pueblos del Nuevo Mundo, pero no de todos.
En efecto, en los últimos años se encontraron, sobretodo en Suramérica, lugares arqueológicos antiquísimos, lo que lleva a considerar otras teorías que expliquen la llegada del hombre a América.
Si el flujo de Homo Sapiens entró por el norte al Nuevo Mundo, ¿por qué las zonas arqueológicas más antiguas se encontraron en el sur?
¿Es posible hacer la hipótesis de que los grupos de Sapiens, al comenzar su expansión por el planeta, hace unos 130 milenios, se dirigieran, aparte de Asia y de Europa, directamente a Suramérica, navegando a través del Océano Atlántico?
En efecto, los hallazgos en Piedra Museo (en Santa Cruz, Argentina, de 13 milenios de antigüedad), en Monte Verde (en Chile, de 33 milenios) y sobretodo, en Pedra Furada (Piauí, Brasil, de 60 milenios), hacen pensar en otras teorías para explicar el origen de la población de América.
El sitio arqueológico de Pedra Furada es una zona árida, llamada Sertão, cuya vegetación es la Caatinga, nombre dado a un particular tipo de flora adaptada a vivir en ambientes secos. En esta área vivían hasta hace 12 milenios varios animales pertenecientes a la llamada “megafauna”.
Entre estos animales estaba el toxodón (un hipopótamo enorme), el eremotherium (un perezoso gigante), el gliptodonte (un pariente del armadillo que pesaba 1,4 toneladas), el tigre dientes de sable, el león americano, la macrauchenia (un gran camélido con trompa), un antepasado del caballo (Hippidion bonaerensis), el mastodonte y una especie de llama más grande que la actual (Palaeolama major).
Todos estos animales se extinguieron, por motivos aún desconocidos, hace unos 12 milenios.
TOXODON
Algunos estudiosos han pensado que se extinguieron después de la glaciación y del consiguiente cambio climático global, pero otros investigadores creen que su desaparición fue causada por el hombre. En efecto, en aquel período, la población humana de América aumentó, probablemente después de la llegada de los Sapiens de origen asiático.
Sin embargo, en Suramérica y en particular en Brasil, exactamente en la Sierra de Capivara, se encontraron evidencias de una ocupación humana más antigua, de hace aproximadamente 60 milenios.
¿Quiénes eran los hombres que vivían en las cavernas del Piauí? ¿De dónde venían?
El parque nacional Serra da Capivara está situado no lejos del pueblo de São Raimundo Nonato, donde está el “museo del hombre americano”, administrado por la arqueóloga Niède Guidon.
Los estudios en la zona se iniciaron en los años 70 del siglo pasado y posteriormente, en 1991, el parque fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Dentro del parque, hay cientos de sitios arqueológicos, donde se han encontrado esqueletos humanos, restos de fogatas, cerámicas, muchísimos instrumentos de piedra y cientos de pinturas rupestres y de petroglifos que representan animales, cuerpos celestes y seres humanos (escenas de guerra, caza, sexo, etc.).
En la zona del parque encontramos varios restos de fogatas que se remontan a 60.000 años atrás. Los restos carbonizados de la leña se analizaron con la prueba del carbono 14 en algunos laboratorios de Texas (U.S.A.). Otros análisis que se hicieron utilizando el método de la termoluminiscencia probaron que ha habido asentamiento humano en este lugar desde hace 100 milenios.
En esa zona el suelo es ácido y por desgracia, no permite la preservación de los restos óseos más antiguos.
Las fogatas fueron estudiadas por varios arqueólogos y todos confirmaron que se trataban de fuegos causados y controlados por el hombre, porque estaban situados en zonas pequeñas y delimitadas. Alrededor de estos fuegos se encontró material lítico, o bien piedras trabajadas por el hombre.
Eran hombres Sapiens arcaicos y venían directamente de África. No se trata de descartar la teoría de la migración humana a través de Beringia de hace unos 14.000 años, sino de complementarla con otras teorías. Es impensable que el continente americano, con una extensión de miles de kilómetros de norte a sur, haya sido colonizado sólo por el norte.
El Homo Sapiens salió de África hace 130 milenios. Como es sabido, el continente antiguo ya había sido colonizado por el Homo Erectus, pero el Sapiens lo suplantó y se dispersó por todo el planeta (excepto el Antardida).
Algunos de ellos se dirigieron hacia Asia y Europa, mientras otros, probablemente pescadores, fueron arrastrados por las corrientes y llegaron a Suramérica, empujados por los vientos alisios.

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