lunes, 1 de abril de 2013

EXTINCION DE LA FAUNA

El estudio de las extinciones masivas ha tenido un extraordinario auge. Aquí se verá lo relacionado a la extinción de esta fauna.
Siempre se afirmó que hubo una extinción diferencial, en la cual los mamíferos de estirpe norteamericana sustituyeron a aquellos cuyo grupo se originó por acá después del intercambio faunístico. Sin embargo, si tomamos los 122 géneros citados para el Pleistoceno tardío (conocido como Lujanense) de toda América del Sur, se ve que en realidad el origen geográfico del grupo no tiene mucho que ver, y sí su tamaño: como en otros casos, los animales grandes son más propensos a la extinción que los chicos.
La extinción de la edad glaciar se caracteriza por la extinción de muchos grandes animales que pesaban más de 40 kg. En América del Norte, 33 géneros de grandes mamíferos de 45 (aproximadamente) se extinguieron; en América del Sur 46 de 58; en Australia 15 de 16; en Europa 7 de los 23, y en África subsahariana sólo 2 de 44. La extinción en América del Sur refleja el impacto del gran Intercambio Americano de poblaciones animales. Sólo en América del Sur y Australia tuvo lugar la extinción a nivel taxonómico de familias o superior.
Cuatro hipótesis principales relativas a esta extinción:
  • Los animales murieron a causa de cambio climático: la disminución de la capa de hielo glaciar.
  • Los animales fueron exterminados por los humanos: "la hipótesis del exterminio prehistórico" (Martin, 1967).
  • Una teoría alternativa de la responsabilidad humana es la teoría del hipotético meteorito Tolimán, una controvertida teoría que dice que el Holoceno comenzó con un extinción masiva causada por impactos de meteoritos.
  • La aparición de enfermedades.
La hipótesis del exterminio por los seres humanos prehistóricos no es de aplicación universal y está imperfectamente confirmada. Por ejemplo, hay ambigüedades con respecto al "momento" de la repentina extinción de la megafauna australiana de marsupiales, con la llegada de los seres humanos a Australia. Sin embargo uno de sus fuertes es que extinciones comparables no se produjeron en África, ya que allí, la fauna había evolucionado con los homínidos, pudiéndose adaptar al peligro que estos suponen. Las extinciones post glaciares de la megafauna en África son prácticamente nulas.

Esta gran fauna vivió aquí antes de la colonización humana, y llegó a coexistir con los humanos, al punto tal que se menciona su influencia como causa de extinción. De hecho, el único factor diferente entre el tiempo de la extinción y cualquier otro del Pleistoceno es, precisamente, la presencia humana. El clima varió, pero no más que a lo largo del Pleistoceno, por lo que se puede saber estudiando la dispersión de ciertas plantas, a través de su polen. En Chile y en el norte de Sudamérica, hay estudios bien documentados de la caza de mastodontes y su posterior consumo por un grupo de humanos, y en América del Norte un autor propuso el término blitzkrieg (guerra relámpago, terminología bélica de la II Guerra Mundial), para denominar la sobrecaza y consecuente extinción masiva.
Esta interpretación es polémica, pero tiene la ventaja de explicar bien la mayor extinción de los animales de gran tamaño, y de ser coherente con el impacto humano en los respectivos continentes a medida que nuestra especie los iba poblando, aunque no se puede descartar que el hombre no haya sido más que el golpe de gracia para una fauna que venía en falsa escuadra. Por citar otra hipótesis, la presencia de enfermedades traídas por los contingentes de origen norteamericano y quizá también por los humanos, pudo haber sido una causa de gran importancia.

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